SENTIDO DEL TÍTULO DE "EL ÁRBOL DE LA CIENCIA"

Baroja titula al capítulo tercero de la cuarta parte llamada “Inquisiciones”, “El árbol de la vida y el árbol de la ciencia”. Está situado justo en la parte central del libro y en él se desarrolla una de las conversaciones que Andrés mantiene con su tío Iturrioz, tras su experiencia en Alcolea del Campo, en la que los dos plantean sus opiniones sobre la ciencia y sus preocupaciones sobre la vida. Como este es el tema más importante de la novela decide darle ese título.

El título de la obra procede del primer libro de la Biblia el “Génesis”, en el que se narra que Yavé después de crear al hombre lo deja en el Edén donde hay muchos tipos de árboles hermosos, entre ellos el de la vida y el de la ciencia del bien y del mal y le dice que no debe de comer de este último porque si no morirá. Según Andrés, la ciencia es básica y fundamental para el desarrollo humano, pero su tío cree que la verdad es mala para la vida, por lo tanto la vida es peor cuanto más se sabe. Iturrioz le dice que si come del árbol de la ciencia le hace sentir al hombre como un dios y le puede llevar a la propia destrucción. Su tío le explica que para conocer la vida, la ciencia puede ser más un problema que una ayuda y que es mejor que viva la vida y que no espere nada de la ciencia.

Las dos posturas pueden ser compatibles sin llegar al extremo. Hay que vivir pero también hay que confiar en la ciencia, ir avanzando en el conocimiento pero sin  pretender tomarlo como una verdad absoluta porque esto  lleva al hombre a querer ser como Dios y, al no poder solucionar y soportar los problemas que trae la vida puede acabar con la muerte como se refleja en el final de la novela con el suicidio del protagonista.