La relación de Blas de Otero con la villa de Bilbao es de
amor-odio ,como señala Ortíz-Alfau en “Cuánto Bilbao en la memoria” :” No queda claro si amó u odió a Bilbao, a su
Bilbao. Mas bien parece que, alternativamente, le sucedieron ambas cosas”.
El poeta nace en la ciudad, en la calle de Hurtado de Amézaga.
Allí pasa sus primeros años como recuerda en el poema “Lejos” en el que habla
de días tristes, otoñales y lluviosos,
cita distintos lugares como: los montes Pagasarri y
Archanda; la Plaza Nueva, la calle Barrencalle Barrena, menciona momentos como: juegos con los
amigos, procesiones y cine y la califica
de “despiadada y beata”.
En “1923” insiste en la lluvia
y recuerda a Mademoiselle Isabel la
institutriz francesa que le cuidó. Su
mala experiencia en el colegio aparece mencionada en “Biotz begietan”: “Aquellos hombres me abrasaron, hablo
del hielo aquel de luto atormentado”
También habla de la
beatería y la lluvia, en este caso en agosto, aparece mencionada en el poema
“Parece que llueve”:
“ah este Bilbao puñetero que si no fuese porque llueve
nos ahogaríamos todos de
aburrimiento,
humo y beatería, pero
llueve contra las torres de la
quinta parroquia, y qué
le vamos a hacer si llueve
insistentemente
y, debes decirlo,
delicadamente”.
A Bilbao regresará a
vivir con 15 años y , aunque más tarde viajará por muchos países y se instalará
en Madrid, volverá en numerosas ocasiones para estar con su familia. También
regresará literariamente porque tiene la ciudad “en la memoria”.
En “A la inmensa
mayoría” termina el poema “Bilbao a once de abril, cincuenta y tantos”.
En “Muy lejos” la
denomina ciudad laboriosa, devota pero,
al mismo tiempo; la de la prostitución “Mujeres tristes, pintadas, casas
públicas, barrio de escándalo” y muestra su rechazo hacia ella “Nada me
importas tú, ciudad donde naciera”
Asimismo le dedica
un poema con su nombre “Bilbao” y se dirige
a ella diciéndole “de joven te ataqué violentamente” pero termina
diciendo “Te amo desoladamente desde
Madrid, porque sólo tú sostienes mi mirada, das sentido a mi vida”
Y no solamente habla
de la ciudad también se refiere a Bizkaia
con cariño en “Guernica” donde señala: “a brazazos retorno arribo a ti
Vizcaya árbol que llevo y amo desde la raíz.
Por último, el poema
que mejor refleja la relación amor-odio que antes hemos mencionado es “Morir en
Bilbao” en el que, en primer lugar menciona “Bilbao soy de cuerpo entero” para
seguir diciendo “procuro distanciarme de Bilbao” y terminar “dispuesto a todo…
menos a morir en Bilbao”
Por otra parte,
también la villa de Bilbao ha reconocido la figura de uno de los poetas más
importantes en lengua castellana del siglo XX. En la casa donde nació se ha
colocado una placa conmemorativa; en la calle Egaña, un busto con su figura, se
le ha dedicado una calle en Deusto con su nombre y también se llama Blas de
Otero una residencia de estudiantes en la calle Las Cortes. Finalmente, en el
año 2000 se constituyó la fundación Blas
de Otero para mantener su obra. Entre las actividades que desarrolla destacan: una ruta literaria por los rincones
emblemáticos para el autor, la institución del día de Blas de Otero el 15 de marzo, un premio literario y un
concurso fotográfico.